Es muy importante que la sartén u olla sea antiadherente.
Ingredientes:
Azúcar
Agua templada
Limón.
Ponemos a calentar la azúcar en la sartén u olla a fuego medio, sin dejar de dar vueltas con una cuchara de madera, para que vaya cogiendo un tono más marrón.
Vamos añadiendo el agua templada a cucharadas y seguimos dando vueltas para que se mezcle bien el agua y el azúcar. Cuanto más líquido lo queramos, más agua vamos a necesitar.
Un pequeño truco: si vemos que se nos espesa demasiado, añadir junto con el agua un chorro de limón. Esto hará que la textura se mantenga un poco más líquida.
Cuando hayamos conseguido la textura que deseamos, vertimos el caramelo en el recipiente donde lo vayamos a utilizar.
Así de fácil y rápido, conseguimos un caramelo líquido muy rico.
Os dejo un vídeo donde veréis cómo va cambiando el color de la azúcar hasta conseguir el resultado final.
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